IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
Espléndido ejemplo de arquitectura religiosa, el templo es una obra realizada en los siglos XVII y XIX, en el que destacan la torre campanario barroca concluida en 1791 según trazas del maestro Jacinto Agustí y restaurada en 1991. Vale la pena subir para contemplar sus siete campanas y las maravillosas vistas de la sierra y del mar. En la misma plaza encontramos el Palacio de los Condes de Ripalda (de principios del siglo XVIII), justo delante de la iglesia.
La fachada tipo retablo se finaliza en el año 1926 en estilo neoclásico. Las imágenes actuales que la adornan San Alfredo Abad y San Vicente Ferrer en las hornacinas laterales y el “Relieve de la Asunción” en el centro, sobre el dintel de la puerta.
En su interior una excelente decoración neoclásica, con pinturas al fresco de José Oliet y Vicente Castelló, que adornan las bóvedas. Además, destaca su pila bautismal, símbolo parroquial por su “fuente sacramental” que data de 1616. También son muy importantes los azulejos de cerámica valenciana que adornan la Capilla del Sagrario, obra del siglo XVIII.
Cisterna subterránea
En el subsuelo de la plaza donde está ubicada la iglesia (Plaza de la Asunción) se encuentra una cisterna, un depósito de agua subterráneo (5x8x10 m) construido en el siglo XVII. Actualmente está en desuso, pero existe un proyecto para hacerla visitable.
El agua se almacenaba en la cisterna hasta el período seco, normalmente hasta el mes de agosto y, cuando comenzaba a escasear, se distribuía entre la población. En el pasado, cada enero se vaciaba además para limpiar su interior.